Virgilio Suárez Salas es el nuevo presidente de la Sociedad de Estudios Patrimoniales, entidad de carácter científico-académico creada en 2011 en el seno del Colegio de Arquitectos de Santa Cruz. Fue precisamente el titular de esta institución, Carlos Alberto Morales, el encargado de su posesión en la sede administrativa.
El programa comenzó con las palabras de Morales, quien aseguró la continuidad del trabajo mancomunado entre ambos, todo con la finalidad de velar por el patrimonio departamental. “La tarea que tenemos es un buen desafío: nos estamos enforcando en nuestro centro histórico para después llegar a otros de la metrópolis”, indicó.
En el acto, Ernesto Urzagasti, ahora past presidente de la SEPA, hizo un informe de su gestión, donde destacó las jornadas patrimoniales que dieron la bienvenida a nuevos miembros y los conversatorios sobre el centro histórico que concitaron la atención de autoridades, profesionales y de la propia ciudadanía.
Tras su posesión, el arquitecto Virgilio Suárez informó el programa tentativo de su gestión: organizar el primer Encuentro Nacional de la Sociedad de Estudios Patrimoniales, coordinar y reactivar los programas y proyectos estratégicos sobre patrimonio y rutas culturales, programar conversatorios sobre la experiencia de los procesos de puesta en valor de edificios patrimoniales, entre otras actividades.
Al flamante titular lo acompañarán en su gestión María Luisa Vázquez y Mariela Teodovich. Con la primera y otros arquitectos, Suárez fundó en la década de 1970 la Comisión de Patrimonio con la finalidad de que uno de sus miembros participe en un comité similar en el Concejo Municipal de la ciudad.
Virgilio Suárez contó la necesidad de esa comisión: “Fue en la época en la que hubo el primer auge destructivo del centro histórico. Se perdieron sistemáticamente varias edificaciones, como el Correo. A través de ella, el Colegio de Arquitectos de Santa Cruz alzó su voz”. Cuenta que dicho comité realizó dos seminarios en los que se denunció lo que se estaba haciendo y se explicó la importancia de la conservación.
El presidente de la SEPA atribuye justamente a la arquitecta Vázquez, que en aquel entonces trabajaba en el Plan Regulador, la elaboración de un documento provisional que frenó de alguna manera las demoliciones.