Carlos Alberto Morales, presidente del Colegio de Arquitectos de Santa Cruz, ponderó la importancia del evento para la formación de los universitarios, que, gracias a la experiencia compartida por los conferencistas, tendrán una visión más amplia sobre el quehacer profesional.
Cientos de estudiantes de arquitectura de diversas universidades del país participaron en el XVII Seminario Internacional de Arquitectura (SIA), realizado el 30 y 31 de marzo en Santa Cruz de la Sierra. En el evento estuvieron como conferencistas los arquitectos Sergei Jermolieff, de Paraguay; Sebastián Fernández de Córdova, de Bolivia; Juan Martín Urgell, de Argentina; y Jorge Sánchez y Diego Franco, de Perú.
El encuentro, realizado en el marco de la Feria Internacional de la Construcción, Arquitectura y Diseño (Ficad), es organizado por el Colegio de Arquitectos de Santa Cruz y la UPSA. Por primera vez se contó con la presencia de las máximas autoridades de los arquitectos: el mexicano José Luis Cortés, presidente de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA); su similar Gerardo Montaruli, de la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos (FPAA); y Rim Safar Sakkal, titular de la Regional de Arquitectos del Grupo Andina (RAGA), también cabeza del Colegio de Arquitectos de Bolivia.
Como anfitrión, Carlos Alberto Morales, presidente del Colegio de Arquitectos de Santa Cruz, ponderó la importancia del evento para la formación de los universitarios, que, gracias a la experiencia compartida por los conferencistas, tendrán una visión más amplia sobre el quehacer profesional.
Previo a su disertación, Sergei Jermolieff, del estudio Mínimo Común Arquitectura de Paraguay, recibió el Premio Gran Bienal que obtuvo el año pasado en la Bienal Internacional de Arquitectura de Santa Cruz 2022. El arquitecto basó su exposición en la temática elegida este año para el encuentro, “Arquitectura y espacio”. Así habló sobre su trabajo, en el que los materiales naturales y las técnicas tradicionales son una constante. Así, el ladrillo como elemento de construcción y el ladrillo desnudo en los muros identifican sus obras.
Sebastián Fernández de Córdova
A su tiempo, el boliviano Sebastián Fernández de Córdova, del estudio Sommet Arquitectos, expuso cómo concibe su arquitectura y cómo llega a ella, en un proyecto que actualmente tiene en construcción. Asimismo, mostró que las soluciones para conseguir espacios amplios y útiles, también se replican en edificios comerciales. Las columnas y el hormigón destacan en sus obras, al igual que los detalles en escaleras, cielos falsos, pisos, mesones… Algo para destacar: su trabajo aprovecha los materiales al máximo, lo que él llama “economía de medios”.
En el segundo día, el argentino Juan Martín Urgell, del estudio Urgell Penedo Urgell. Obras de este consorcio en Buenos Aires son el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y el Templo de la Comunidad Judía, el edificio corporativo del Banco de Santander, por dar algunos ejemplos. El profesional define su arquitectura como sustentable, sostenible y racional con influencia europea, lo que le ha brindado buenos resultados. Para ello, la elección y manejo de los materiales y las técnicas son importantes; así como los usos y necesidades que requieren los clientes. Actualmente están levantando viviendas, oficinas, un hotel, un data center y un museo en diferentes ciudades de Argentina; destacable un edificio con mucho movimiento en la fachada, que ha requerido mucha atención.
Los peruanos Jorge Sánchez y Diego Franco, del estudio Nómena Arquitectura, fueron los últimos expositores del SIA. Su presentación contempló un resumen histórico de la arquitectura de su país, donde destaca la planificación de la capital al estilo damero; así también, hablaron del desarrollo desmesurado y sin control de la ciudad, con la evidente diferencia social vista también en otras urbes latinoamericanas. Su trabajo muestra edificios de fachadas y retiros amplios, evocando los típicos zaguanes de antaño; detalles ecológicos, como jardines verticales, también están presentes. Por otro lado, plantean dúplex con ventanas internas como solución a la inseguridad y terrazas a doble altura para el encuentro entre vecinos; la convivencia tan necesaria.